Tegucigalpa, Honduras 23 de mayo de 2020.- El crimen de Edwin Fernández el pasado miércoles en Río Tinto, Tela, Atlántida nuevamente hizo saltar las alarmas en las comunidades garífunas. Los garífunas, sencillamente, están siendo baleadas y estas ni siquiera están poniendo las manos.
Las comunidades garífunas están desprotegidas y lucen solas ante la vorágine criminal de Honduras, un país con alto índice de inseguridad ciudadana. Según dio a conocer la Organización Fraternal Negra Hondureña, OFRANEH-Garífuna, los verdugos de Edwin Fernández llegaron hasta su casa, lo tirotearon y posteriormente lo remataron. Nadie pudo hacer nada.
Igual patrón con muertes en Cusuna y Santa Rosa de Aguán, departamento de Colón, como en Masca, Cortés. El año anterior fueron 20 las muertes violentas de garífuna. Al parecer en la zona de Cortes es donde más problemas hay. Lo peor sin respuestas de las autoridades y sin aparente reacción de las comunidades.
Hay 8 cosas por hacer:
1.- Creación de un sistema policial con postas policiales de la Policía Nacional Implementar en todas las comunidades garífunas postas policiales. Las altas esferas de los organismos de seguridad deben asumir que los garífunas están siendo atacados.
2.- Creación de una Policía Comunitaria general para comunidades garífunas conformada por los propios garífunas. Desde el gobierno central podrían crear un organismo conformado por personal de las comunidades con el debido entrenamiento y suficientemente estructurado en base a Ley para dar respuesta a los hechos y también actuar como aparato disuasivo.

3.- Grupos de vigilancia sin uniforme. Conformar equipos de seguridad, por barrios que intercambien información constante y que estas tengan acceso directo con la Policía. Al menor atisbo de peligro deben activarse para evitar cualquier situación.
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4.- Establecimiento de cámaras de vigilancia Las comunidades podrían colectar dinero y poner cámaras de vigilancia en áreas específicas. Podrían ser un elemento disuasivo, pero podrían resultar clave en las investigaciones de los hechos.
5.- Aplicar restricciones NO alquilar a extraños.- Especialmente en las comunidades muy cercanas a la ciudad, son muchas las personas que llegan buscando radicar entre los garífunas. Esto ha aumentado la vulnerabilidad ya que no siempre tienen buenas intenciones. Habría que iniciar por empezar si rentar o no casas a estos recién llegados.
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6.- Asumir el peligro. – Debe haber un cambio en las comunidades en el sentido de asumir que estamos en peligro, en razón de ello, el tema seguridad debe ser central en las organizaciones para que la comunidad esté alerta. De igual manera debe aplicarse en las escuelas y colegios.
7.- Campaña de concientización y persuasión.- Patronatos y organizaciones locales deben desarrollar campañas de concientización, persuasión sobre el tema de seguridad. Rótulos, mantas, spot de radios, mensajes de voz.
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8.- Denuncia y activar la parte política. – Las organizaciones garífunas deben hacer sus denuncias, a nivel nacional e internacional. Recorrer todas las instituciones de derechos humanos, agencias y cuerpo consular acreditado en Honduras para visibilizar este problema, además hay que acudir a la representación política para incidir al interior de los entes oficiales.
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