Pero increíblemente la orden de captura estaba activa, no hubo comunicación a la Policía, cuando Guillén pidió que buscarán información le contestaron que no era deber (de la policía) llamar.
Rumbo a la DPI pidió que no lo empujaran y la respuesta fue «te voy a verguear allá adentro», ese fue el trato a una persona que representa a su comunidad y que no es delincuente.
Tegucigalpa, Honduras 8 de octubre de 2017.- Un error en la comunicación entre los juzgados con la Policía le representó una amarga experiencia al dirigente comunal Celso Guillén, luego que fuera detenido y enchachado por una causa de la que ya había sido absuelto.
Prueba de que la razón estaba de su lado, Guillén fue puesto en libertad al cabo de 5 horas, no sin antes sufrir el mal trato de los policías, uno de los cuales le expresó “Te voy a verguear allá adentro”, cuando Celso le pidió que no lo empujara camino a la DPI hacia donde lo llevaron para corroborar la situación de su documento de absolución.
Quién es Celso Guillén ?
Celso Guillén tiene 55 años, es un dirigente y defensor de los derechos humanos en la comunidad garífuna de Guadalupe, municipio de Santa Fe, Colón. Es un gran hondureño, un hombre que lucha por los otros. Su caso está relacionado a la recuperación de una tierra propiedad ancestral de la comunidad, pero que empresarios canadienses intentan quedarse con ella mediante una venta ilegal.
Guillén, es también candidato a la Alcaldía de Santa Fe, por la Alianza Patriótica a través de un movimiento denominado Uwara luagu wagaira (Juntos por nuestro pueblo). Pero también es un esforzado emprendedor que vende camisas tipicas de la comunidad garífuna.
Un día después de ser detenido Celso Guillén contó la amarga experiencia primero “En la Posta Policial de Satuyé me habían detenido, pero la Organización Fraternal Negra de Honduras, demostró con documentos que no había nada contra mí, de haber sabido que eso iba a continuar, no hubiera seguido el camino a Tela, porque dos días después al regreso fue mi problema”.
Al regresar de Tela, en la Posta del Porvenir, conocido también como piñera en La Ceiba, registraron el autobús y Celso fue detenido. “Les dije que estaban en un error, me contestaron que no me creían ya que cualquiera podía hacer un documento falso, imagínense hasta donde llegan ellos”, dijo Guillén en tono indignación.
Lo que no sabía Celso Guillén era que la orden de captura seguía activa, es decir no se había notificado a la Policía “fue una experiencia fea porque se supone que era un asunto juzgado, desafortunadamente la Policía me trató con desfachatez, con lo peor, me pusieron unas chachas, fuertes que no podía ni mover las manos.”
Por fortuna OFRANEH se comunicó con Jani Del Cid de la Fiscalía de Etnias y con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas. Del Cid llamó a la fiscalía de La Ceiba se hizo la diligencia, mandaron las pruebas de nuestra absolución y eso fue lo que permitió que saliera, la idea de la Policía era exhibirme, mandarme enchachado (con esposas) en una paila para Trujillo, ya me lo habían cantado. Aunque en la Posta me tomaron foto con un pizarrón… naniguagu (en mi pecho), a la fuerza porque no quería que me tomaran fotos”.
La causa imputada a Celso Guillén es por usurpación del territorio conocido como “Luba Satuyé” y que es una propiedad que no se puede vender a terceros, según el Convenio 169. La denuncia contra Guillén y otros 3 dirigentes de la comunidad de Guadalupe, fue interpuesta por los empresarios canadienses Jorge Fosset y Randy Jorgenssen que intentan de todas las maneras comprar los terrenos aledaños a las comunidades garífunas de Santa Fe, Colón, para destinarlas al turismo.
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