Su índice es de 97 por ciento. A los 11 meses de vida perdió la vista, problema que también sufre su madre.
Tegucigalpa, Honduras 21 de junio de 2017. En Casa de Gobierno de Honduras pasó algo extraordinario, un hecho que se sale de todos los pronósticos y que vale la pena conocer.  Neyfer Perdomo Ortiz, un catracho de 12 años fue galardonado con el Premio de Oro a la Excelencia Académica, hasta ahí todo dentro de la normalidad, lo fuera de serie es que él, es no vidente.
En lugar de quedarse de brazos cruzados, de estar tirado en la cama o irse a la calle a mendigar, Neyfer se ha dedicado a estudiar. Su mejor amigo es el cuaderno. Ha demostrado que en este mundo no existen limitaciones, todo se puede lograr.  Ya imagino lo que fuera de Neyfer si contara con  su visión.
Su éxito nos enseña también a aquellos seres humanos aparentemente normales con toda las funciones orgánicas normales, pero que se abandonan a su suerte. Son buenos para poner excusas, son negativos y son incapaces de hacer algo por ellos mismos y menos por los otros.
Habla Neyfer: “Soy una persona discapacitada y siempre pasé por obstáculos como la discriminación, pero ahora tengo muchos amigos y me han dicho que les he servido de inspiración para alcanzar sus sueños”.
Fue uno de los 21 galardonados en la cuarta edición del Premio Oro a la Excelencia Académica Padre José Trinidad Reyes otorgado por el Presidente Juan Orlando Hernández. Neyfer,  estudia en el Centro de Educación Básica Príncipe de Asturias, de Comayagüela, y su índice académico es de 97 por ciento. Sus mejores aliados, dice,  son su bastón y sus cuadernos.
Es bonito ver cuando a Neyfer habla de su madre, Iris Ortiz López, con quien comparte su misma deficiencia. A Neyfer se le ven signos de orgullo, amor y hasta adoración.
“Mi madre es mi mayor inspiración; ella me pide que sea mejor que ella, porque  es una buena estudiante en lenguas extranjeras”, contó Neyfer.
Una dura noticia
A los 11 meses la vida le cambió a Neyfer, cuando los médicos le diagnosticaron retinoblastoma bilateral (cáncer en la retina en ambos ojos).
Neyfer  es un gran ejemplo para la humanidad, pues a pesar de su deficiencia ha salido avante, significa que todos podemos, siempre que impongamos en nuestras metas, voluntad y sacrificio
Su sueño es ser abogado, esa carrera me llama mucho la atención”, dijo entre risas, y “espero lograrlo, porque no me voy a conformar”.
Una madre orgullosa
Doña Iris Ortiz López dijo sentirse orgullosa de su hijo Neyfer y que este momento es especial, porque “siempre he creído en las capacidades de mi hijo”.
“Cuando los doctores me dieron la noticia de que Neyfer sufría lo mismo que yo… no lo podía creer. Fue una noticia muy tremenda, porque ningún padre quiere lo peor para sus hijos”, relató la madre de Neyfer.
“Pero me siento orgullosa de mi hijo, yo creo en él, porque es un niño muy aplicado. Mi meta es apoyarlo y seguir adelante”, indicó.
Y finalizó diciendo que si Neyfer ha cumplido sus sueños todos lo pueden hacer. “El mayor obstáculo está en la mente y confiando en Dios se pueden lograr los sueños”.

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