La alta funcionaria del Banco Mundial dijo también que en la escala de las prioridades para ella es muy sencillo, hay que iniciar por los más pobres y los más vulnerables.

Tegucigalpa, Honduras 18 de febrero de 2020.– En el Understanding Risk para Centroamérica celebrado la semana pasada en Costa Rica fuimos testigos del momento en que Seynabou Sakho, directora para América Central del Banco Mundial, dedicó una frase con gran peso político, social y económico.

Sakho dijo a los gobiernos del istmo que hay que incluir a los afrodescendientes en la mesa. Decir eso en Centroamérica es ser revolucionario, más si viene de quien lo dijo. Normalmente los funcionarios del Banco Mundial son respetuosos con las agendas de los gobiernos sin embargo Sakho muy valiente y humana aprovechó muy bien la ocasión.

Quienes deben escuchar primero las palabras de Sakho son los organizadores del Understanding Risk, pues los afrodescendientes estabamos invisibilizados del evento. El evento estuvo completamente blanqueado. Tan es así que se lo comuniqué al ser Jorge Toro, boliviano encargado del programa. Dos cosas nos mostraron a los afrodescendientes; las dificultades para ocupar una posición en la región y el gran trabajo que aún nos falta por hacer. De los especialistas traídos por Toro, ninguno afrodescendiente en una zona llena de afrodescendientes.

Nacida en Senegal, Seynabou Sakho se presentó en la noche inaugural del Understanding Risk vestida con una indumentaria típica hecha a mano en su país. Sakho mira que los afrodescendientes están haciendo grandes esfuerzos, lo que casi nunca ven los gobiernos. Ni los organismos internacionales. De los 500 participantes del evento, quizá 20 afrodescendientes, ninguno con cargo relevante, tampoco especialista. Los hay, pero el sistema ordena seguirlos marginando.

¿Quién es Seynabou Sakho?

Durante muchos años los afrodescendientes han sido excluidos, marginados e invisibilizados. Han sido golpeados por la discriminación racial estructural. La estrategia para afrontar esos valladares han sido la migración, buscando oportunidades en otros países especialmente en los Estados Unidos. Es en ese país y otros, donde han encontrado los satisfactores básicos para vivir de manera digna. No es que estén bien, pero por lo menos se les permite vivir.

Todos debemos seguirle la corriente a Seynabou Sakho porque le asiste la razón. Hay que dejar que los afrodescendientes se sienten en la mesa, no solamente para participar sino para aportar su voz.

Para el caso Honduras con más del 60 por ciento de la población en condiciones de pobreza y el 42 5 en extrema pobreza los afro descendientes siguen siendo los más maltratados. Deben luchar todavía por el reconocimiento ya no digamos por oportunidades laborales, inversión pública y proyectos, es muy complicado por eso Seynabou Sakho está en lo correcto. Ser negro es una determinante en Latinoamérica, este color dicta tu suerte en la región.

En Centroamérica cuesta ver a los afrodescendientes en las oficinas, públicas y privadas, de la cooperación internacional,  en los medios de comunicación, de los programas y proyectos. Es demasiado profundo el letargo. Todos debemos hacer acopio de la frase de Seynabou Sakho, repetirla y convertirla en una filosofía.

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