Tegucigalpa, Honduras 9 de julio de 2017.- Desde donde está Gabriela Figueroa hay una vista privilegiada, tiene frente a ella a un grupo de médicos. Muchos ojos hacia ella, todos la escuchan. Da su primera conferencia y mientras los minutos trascurren, en su interior hay un poco de nervios porque se encuentra cumpliendo uno de sus grandes sueños, ser conferencista.
Figueroa es la única mujer uróloga –médico de hombres- en Honduras. El resto son hombres. Es una posición a la que ha llegado luego de mucho esfuerzo, dedicación y competencia. Su historia es muy especial, en primer lugar nació en Tela y a los 3 meses de edad sus padres emigraron a Copán. Tuvo 3 madres, su mama biológica y dos tías que siempre le brindaron amor y apoyo.
A los 15 años ya había egresado del Bachillerato, ah y nunca hizo primer grado porque un examen de equivalencia la llevó de una vez a segundo. A los 16 años tomó parte de un concurso en el que compitieron 1 mil 500 aspirantes a la Escuela Latinoamericana de Medicina en Cuba. Sus padres no estaban muy de acuerdo con que a temprana edad se fuera, pero una de las tías la animó y 6 años después, cuando tenía 22, se graduó de doctora en medicina general.
Hoy en día Gabriela, es la primera mujer uróloga de Honduras. La segunda está haciendo hasta ahora su servicio social y hay dos más, pero están fuera del país. Todo un honor ! No siendo suficiente aquello, reciéntemente fue traída a Tegucigalpa por el Colegio de Urólogos para disertar sobre Pielonefritis aguda y crónica. Ahí la encontramos con ayuda de su hermana mayor Juliana Figueroa.
Cuenta la doctora Gabriela “cuando hice mis rotaciones de la carrera en general y pasé por urología, me encantó, no pensé en tabúes o en que yo era mujer o que sería la primera en Honduras”.
Una de sus anécdotas como universitaria fue cuando perdió un vuelo de Honduras a Cuba, eso hizo que perdiera una de 3 semanas de su rotación en urología. Pudo haber perdido al completo ese aprendizaje, pero pudo convencer que le permitieran recuperar, estudió el doble y logró ser una de las más aventajadas.
Cuando todo estaba hecho llegó el encargado del Hospital y dijo que eso no era así, que las semanas que había hecho no valían para nada y que tenía que repetir las 3 al final del año. “Protesté fui al Decanato y no me valió y me tocó quedarme en junio cuando todo mundo se fue de vacaciones. Pero no hay mal que por bien no venga, el hecho de quedarme sola, todos los profesoras eran para mí, todos los pacientes eran para mí, aprendí más”.
“Había un especialista que no era docente, le encantaba que lo acompañara y me iba explicando todo, yo anotaba y hacía pegatinas. Mi libreta era la más apetecida después, la cuidaba mucho, pero una vez la presté y nunca más volvió”.
En el tiempo que se ha desempeñado como uróloga, ha atendido unas 3 mil consultas. Actualmente trabaja en la Clínica CEMED y CLIMER de la Entrada Copán y también brinda consultas en Los Valles Medical Center en Santa Bárbara. También da consultas una vez al mes en Ocotepeque, Gracias, Lempira y en Yoro.
Atención Urológica no solamente atiende próstata, mira enfermedades de los genitales, enfermedades de los riñones, de la vejiga, infecciones urinarias, infertilidad en los hombres, disfunción sexual en el hombre, incontinencia urinaria y enfermedades de las vías urinarias, entre otras.
Quizá lo mejor de Gabriela, no es sólo su brillante historia de superación y éxito sino la calidez que transmite aun estando a metros de ella. Su sonrisa es un mundo aparte. En el pasado jugó fútbol, como delantera. Es una persona aventajada con altísima preparación académica y que no deja de ser normal, como los típicos «cerebros» de la clase o del barrio.
Gabriela es todo aquello y mucho más. Ella asegura que los adjetivos que mejor la definen son: sensibilidad, perseverancia y sencillez. Tiene grandes planes y a juzgar por su historia las va a lograr, tiene todo un mundo y toda la inteligencia para hacerlo.
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