Bertha Dolmo, en una práctica. Cuando se haya graduado planea regresar para ejercer en Honduras.

No importa en qué situación te encuentres, si tienes clara tu meta, lo vas a lograr, incluso de la forma que menos piensas. Te auto sorprenderás.

Tegucigalpa, Honduras 25 de octubre de 2017.- Bertha Dolmo Moreira no olvida los sacrificios que vio en su niñez. Perdió a su padre entrando a la adolescencia, pero lejos de quedarse de brazos cruzados, tomó el mejor camino y poco a poco fue saliendo adelante. Hoy estudia Odontología en La Argentina y es un digno ejemplo para la juventud garífuna de Honduras, por su perseverancia y deseos de superación.
Dolmo Moreira tiene un presente de mucho esfuerzo, pero con un futuro grandioso. Las cosas para ella nunca fueron fáciles, luego de la muerte de su padre “Mi mamá siempre vio por los 3 que quedábamos en casa, tengo otro hermano pero ya era independiente, en su momento mi madre trabajó en comercio, zapatería, pero por problemas familiares, terminó dedicándose a lo que ella estudio, enfermería”.

Bertha Dolmo. Sus padres son de Trujillo y Santa Fe.

“Desde los 16-17 años empecé a trabajar durante las vacaciones mientras estudiaba en el colegio. Me gradué de Bachillerato en Ciencias y Letras en San Pedro Sula”.
Luego se inscribió en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, UNAH, en la carrera de Administración de Empresas, por 2 años y medio estuvo ahí pero lo hacía porque debía matricularse en alguna carrera, lo que en realidad esperaba de la vida, era odontología, sin embargo no podía por su situación económica.
Siempre es bueno pensar en un futuro mejor, persistir, insistir y nunca desistir. Dolmo tenía claro qué quería ser, lo que no sabía era cómo lo iba a lograr. Se mudó a La Ceiba, siempre por trabajo de su madre, ingresó al Centro Universitario Regional del Litoral Atlántico, CURLA al tiempo que trabajaba en una tienda local, donde rápidamente fue ascendida.
En ese momento ocurre algo que cambiaría la vida de Bertha, conoce a su novio, un argentino que había llegado a Honduras para probarse en el fútbol y decide irse a La Argentina, vive ahí desde 2014. Una persona especial para Bertha es el reconocido  entrenador de fútbol Héctor Vargas, padre de su novio y quien le brindó muchos consejos y fue como un padre para ella.
Desde la ciudad de La Plata, Buenos Aires, nos dice “Actualmente estoy en tercer año de odontología, trabajo de noche en un restaurante y de día me dedico a la Facultad, es pesado pero la verdad me encanta es una gran experiencia y estoy motivada para impartir mis conocimientos en mi país, Honduras, porque la idea es definitivamente terminar y volver”.
Y el racismo ahí?
No… Actualmente hay muchos negros nigerianos, senegales, haitianos que trabajan vendiendo en las calles y de a poco la comunidad ha ido creciendo, “en lo personal no he sentido discriminación, como te ven te tratan, yo al venir pensé que habría discriminación, en ocasiones más que todo al principio me quedaban viendo demasiado, es imposible no llamar la atención”.
No obstante “Uno tiene que hacerles saber con qué tipo de persona tratan, por ejemplo me pasa en mi trabajo, cuando la gente te escucha hablar y expresarte con seguridad es como que les cambia su aspecto facial, ya te ven con otros ojos”.

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