Se pusieron de acuerdo, convocaron y se vieron en Corozal. Conversaron y coincidieron en que ya les llegó el tiempo de emprender,  de educarse y levantarse. Al parecer este el momento del «ya nunca más».

Un puño significa muchas cosas. Una de ellas, unión y fuerza. Mujeres dispuestas a reescribir la historia de su lucha.

Tegucigalpa, Honduras 8 de julio de 2017.- El famoso movimiento, “Lo que callamos las Negras” desarrolló en Corozal, su primer evento. Fue un encuentro singular en donde conversaron sobre las diversas temáticas que afectan a ese sector de la población. Al parecer las mujeres ya no están dispuestas a callarse y menos a quedarse de brazos cruzados.
Surge así el histórico nacimiento de una nueva perspectiva, el de la mujer negra que se reacomoda en la sociedad, levanta una bandera, analiza, discute, reclama y busca solución. Es, digamos una “revolución” necesaria para Honduras pues a nadie le conviene la pasividad. Honduras quiere proactividad.
Un movimiento con una perspectiva diferente. El próximo encuentro sería en Triunfo de la Cruz. Si están unidas no permitirán que pase algo malo a ninguna de ellas. Un movimiento positivo para Honduras.

En primera instancia ya tienen su primer elemento y es que las mujeres negras vencieron la apatía, así lo expresa Nicol Fernández, una de las jóvenes cuyo rostro aparece en las redes sociales en el marco de la campaña “lo que callamos las negras”.
Este movimiento está compuesto en su mayor parte por mujeres jóvenes inquietas e inconformes con el actual orden de cosas. No están satisfechas con el trato que les dan los hombres, ni con el de la sociedad. Lo interesante en todo esto es que en Honduras existen dos organizaciones que en su razón social, aparecen luchando por las mujeres negras: Enlace de Mujeres Negras de Honduras (ENMUNEH) y la Asociación de Mujeres Negras de Honduras.
Para Nicol Fernández, licenciada en administración de empresas recientemente egresada del Centro Universitario de Litoral Atlántico CURLA, “llegó el tiempo de emprender, de educarse, de levantarse. Hay que demostrar que la mujer negra-garífuna no solo es casabe, no solo es punta, no solo es machuca, no solo somos glúteos grandes, también tenemos talento”.

Tres elementos fueron centrales en esta reunión, el primero es que buscaban dar a conocer el movimiento y llamar la atención de las mujeres. La idea es pronto evolucionar y convertirse en organización. También hablaron sobre el “sexting” –envío de fotos y video íntimos- que está causando estragos en muchas jóvenes.
Hablaron también sobre la migración, en esta parte, es bueno mencionar que la feminización es la característica más novedosa de la emigración garífuna. En este sentido una buena salida es buscar emprender negocios en Honduras y no arriesgarse a perder la vida en la migración irregular hacia los Estados Unidos. Una idea de negocio es lo recomendado, igualmente a mujeres con hogar que hasta ahora se habían conformado con las remesas que el marido envía desde el exterior.
Y hablaron de la triple discriminación, por ser mujeres, por ser negras y por ser pobres, inclusive una cuarta, por ser rural. Ante este panorama la medicación correspondiente es la educación, el intercambio de ideas y de información. El próximo evento de “Lo que callamos las negras”, podría ser en Triunfo de La Cruz.

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