Afroamérica XXI y organizaciones aliadas están muy preocupadas por la vulnerabilidad de la niñez y llama a invertir en ellos y ellas.

La niñez es lo más importante para un país. Aquí el equipo que llevó el nombre de Brasil.

Tegucigalpa, Honduras 22 de octubre de 2017.- El fútbol es uno de los mensajes más potentes para dirigir a la juventud al bien. La filosofía  del juego limpio, la lucha y el sacrificio, el respeto al rival y a las reglas son aspectos que moldean a las juventudes y los adolescentes y los prepara  para la vida, desde luego hay que ir a la escuela también.
Es lo que está haciendo la Organización Afroamerica XXI en Guayaquil, específicamente en la Cooperativa Batalla de Tarqui, Guasmo Sur, una zona con gran dificultad social, como casi todos los barrios marginales de nuestra América Latina y nuestra América negra. En Guasmo Sur hay mucho talento, jóvenes brillantes que, sin embargo se pierden por la falta de oportunidades o porque el sistema los dirige al fracaso.

“Lo que pretendemos es integrar a diferentes jóvenes de los diferentes sectores, a fin de trabajar el tema violencia intrafamiliar y drogadicción y lo del fútbol es una forma de llegar a esa población menor  con más tino, es algo que les gusta, por eso pensamos que es una forma de engancharlos a los temas antes indicados”, dice Lucciola González de la Organización Afroamerica XXI,  que trabajan junto a organizaciones como Carlos Concha, Nelson Mandela y Colectivo Fuerza Afro.
Agrega que “En las comunidades hay una problemática que son las drogas, y esto hace que muchísimos jóvenes se están echando a perder, y sus hogares están violentos debido a este problema”.
En razón de lo anterior, la población afro ecuatoriana queda huérfana “No hay una política de Estado referente a este tema, las casas de recuperación son poquitas,  por no decir no hay,  por  lo tanto las diferentes organizaciones conscientes de esta problemática tenemos que buscar estrategias a fin de trabajar estos temas con la familia y con los involucrados, forzosamente tiene que ser un trabajo en conjunto, familia, comunidad, e involucrados”.
Al tenor de los objetivos planteados por González, pareciera que las organizaciones están siguiendo la línea correcta, pudiera ser que de estos jovenes salga un Enner o Antonio Valencia, un Tin Delgado, Montero, Caicedo, nunca se sabe, lo importante es que sean ciudadanos positivos para su país.

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