Apenas a sus 7 años, le llegó ese momento que nadie quiere, cuando aún no entiende muchas cosas de la vida.
Tegucigalpa, Honduras 18 de diciembre de 2017.- La más honda de las tristezas, la más amarga de las experiencias, el dolor más grande, es perder a su madre. Justo lo que le pasó a Eder. Allá, lejos en un rincon escondido de México. El niño garífuna migrante, tras la amarga experiencia retorna a casa con apoyo de la Cancillería de Honduras.
Viajaba acompañando a su madre a una vida mejor, como miles de compatriotas nuestros, para los Estados Unidos, pero la vida le jugó una mala pasada, la muerte le ha arrebató a su madre. Ella fue a un hospital a dar a luz, pero nunca más volvió, hubo una complicación y falleció de paro cardiaco, según han dicho personas cercanas a su familia.
Eder quedó solo, bueno, casi solo. Ni siquiera quiero imaginar lo que ha de haber sentido cuando le dieron la noticia. Todos los brazos que lo podían consolar, estaban en Corozal, a miles de kilómetros.
Apenas a sus 7 años, le llegó ese momento que nadie quiere. Cuando aún no entiende muchas cosas de la vida. Eder tuvo que portarse como el que más y el mejor. En Tabasco, ciudad donde falleció su madre, habían encontrado una señora muy buena, de esas almas y corazón de ángel, con ella se quedó cuando se produjo la trágica noticia.
El lunes anterior, 11 de diciembre, su familia en Honduras se enteró de lo que hasta entonces era sólo un rumor. A la mañana siguiente, martes 12 un familiar llamó mediante Messenger de Facebook al celular de Faby, madre de Eder.
Desafortunadamente contestó una persona del hospital confirmando que Fabiola se había ido de este mundo. Ahí empezaron los llantos y los gritos de desesperación, pero ahora quedaba la incertidumbre de qué había pasado con Eder.
Niño garífuna migrante
Estaba con la señora a la que hicimos referencia, es fácil imaginarse lo que posiblemente había en la mente de Eder: miedo, tristeza y confusión. Luego de esto, procedieron a buscar un amigo garífuna, también migrante, que estaba en una ciudad cercana y a los dos días fue por él, en medio de todo esto una especial alegría llegó a la familia y más cuando vieron la foto del encuentro.
Perdió a su madre, cuando buscaban una mejor vida… Parece una pesadilla, pero es real. Parece una película. Perder a tu madre, allá lejos, muy lejos de su familia y quedar sólo. El niño garífuna migrante es un campeón
2015 al 2017, cuatro vidas pérdidas, las cuatro son mujeres
Kenny Castillo Fernández, que estudia la migración garífuna registra cuatro decesos entre 2015 y 2017. Cuatro víctimas mujeres: en julio de 2015 falleció en Panamá la señora Merlin Hortensia Martínez, originaria de Río Tinto. El año anterior, siempre en Panamá, el 27 de septiembre falleció Heysel Maribel Colón de la comunidad de Bajamar. En agosto del año anterior falleció en México Magda Meléndez de Corozal y ahora nos toca llorar a Fabiola Chávez.
Vale acotar que Heysel Colón también estaba embarazada, es decir las victimas derivadas de la migración irregular, en realidad son seis. Desde el 2014 la feminización ha sido la principal característica de la migración garífuna. Entre 2013 y 2014 emigraron de manera irregular unos 5 mil garífunas, el 60 por ciento, fueron mujeres con sus hijos.
Leave a Reply