Película de terror. Familia garífuna, golpeada y vejada por vender dulces en una calle, tan solo buscaban medios para sobrevivir en México.
Tegucigalpa, Honduras 27 de mayo de 2021.- Una familia garífuna sufrió un vergonzoso acto de discriminación en México, inclusive, estuvieron a punto de ser linchados por vender dulces y así sostener su vivienda y alimentación.
Fue lo más parecido a una película de terror.
El brutal acto trascendió tras que la Organización Las Vanders con el apoyo de otras organizaciones de derechos humanos lo denunciaran en un enérgico comunicado.
En la denuncia, Las Vanders no revelan ni identidad, ni procedencia de la familia vejada, quizá por motivos de seguridad.
La relación de hechos
Según el documento, el suceso aconteció el 1 de mayo de 2021, por comerciantes armados en la ciudad de Cuautitlán, Izcalli, Estado de México.
Bajo el título, “El racismo es la otra pandemia”, el comunicado reza que “Una familia garífuna de personas adultas y menores de edad se trasladó en camión de Tultitlán a Santa Elena”.
Relata que, «Una parada antes de llegar a Santa Elena, siendo aproximadamente las 2 de la tarde, en la gasolinera BP la familia se organizó para trabajar en la venta de dulces».
En ese momento, «se les acercó un grupo de limpiaparabrisas indicándoles que no podían permanecer en ese lugar y menos vender ahí».
Agregado a ello, hubo «comentarios y actos discriminatorios a los migrantes por su nacionalidad y etnia.
En menos de 5 minutos, «llegó el jefe de los vendedores ambulantes de la zona quien de la misma forma les exigió retirarse del lugar».
La familia explica por qué vende dulces
Entre tanto, «la familia intentó calmar la situación explicando su propósito de vender, notaron que se encontraban rodeados de un grupo aproximadamente de 40 personas quienes los comenzaron agredir».
Posteriormente, se puso tensa la situación, la agresión fue «primero a los compañeros (varones) garífunas a golpes, tirándoles al suelo y posteriormente atacaron a las mujeres y menores de edad».
Luego de ello, «Una señora quien protegía su hijo de un año fue golpeada con piedras en su cabeza y cara, la cual causó que sangrara.
Policía les niega auxilio
También, «Una niña de 8 años fue continuamente golpeada con piedras hasta dejarla sin aire, su madre corrió con ella en los brazos hacia una patrulla de policías que se encontraba estacionado en la misma gasolinera, aunque les pidió auxilio no intervinieron ni salvaguardaron la seguridad y derechos de las personas afectadas».
Minutos después, «llegaron más personas en motos armados con armas blancas amenazaron a los garífunas de muerte, indicando que serviría para que así no llegaran más negros a su país ni a su zona».
Exigencias de las organizaciones que denunciaron el hecho:
-
Tomar de manera inmediata las medidas para garantizar la seguridad, la integridad física y psicológica de las personas afectadas por estos hechos.
-
Asegurar el acceso a servicios médicos urgentes y básico de las personas afectadas por estos hechos
-
Garantizar los derechos a una vida digna a la educación a la justicia económica de las personas afectadas por estos hechos.
-
Llevar a cabo una investigación inmediata, independiente, exhaustiva, efectiva e imparcial en torno a los hechos ocurridos de manera general
-
De manera general, garantizar el respeto por los derechos humanos y libertades fundamentales en todo el país de conformidad con las normas internacionales de derechos humanos ratificados por México
Hasta ese momento, «fue que los policías encendieron las sirenas y se acercaron, la familia pidió ayuda a los policías específicamente por un menor de 15 años que quedó desmayado por los ataques».
No obstante, «los policías se negaron a llevarlo a un centro de salud, taxistas y conductores de camiones tampoco brindaron un apoyo ante la emergencia».
WA-DANI Portal Web de Noticias
Ante lo anterior, «varios hombres de la familia cargaron al joven hasta llegar al Centro de Salud de la Cruz Roja en Cuautitlán donde no lo admitieron al no contar con el equipo necesario para atenderlo.»
En la Cruz Roja
Después, «La familia se trasladó al Centro de Especialidades de la Cruz Roja en Tlalnepantla, donde intentaron reanimar al joven.
Sin embargo, el centro, tampoco contaba con los especialistas neurológicos requeridos ni el servicio médico necesario para tomografías».
Las Vanders denuncian que, «En diferentes hospitales les negaron la atención por ser fin de semana, también la comunicación con el hospital Xoko quedó sin resultado.»
Por suerte, «Se logró canalizar el joven al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) quienes gestionaron la atención en un hospital pediátrico especializado.»
Finalmente, «después de 12 horas el joven recibió atención médica de urgencia».
Actualmente, «se encuentra en recuperación, sin embargo, debido a la tardanza en recibir asistencia médica su recuperación será muy lenta».
Foto sacada de La Prensa
Leave a Reply