Sairy Fernández: “Siempre fue mi sueño trabajar embarcada y conocer el mundo, por eso estudié Hostelería y Turismo y un día dije voy a darme la oportunidad de formar parte de un hotel de mar”.

Sairy, ya lista para una cena. “Andar embarcada es una bendición”, dice.

Tegucigalpa, Honduras 10 de mayo de 2018.- Hoy es una fecha muy festiva en Roatán, ha llegado el Allure of the Sea, el denominado mejor crucero del mundo, adentro hay una tripulante muy especial, Sairy Fernández, una elegante corozaleña que estudió hostelería y turismo pero que, como suelen ocurrir con miles de catrachos, encontró la oportunidad fuera de nuestras fronteras patrias.
Allure equivale en español a encanto y esta maquina se merece su nombre, porque mientras avanza en el mar enamora. Sairy por su lado, no quería en su vida un trabajo de los que hacen normalmente las mujeres.
A navegar
Antes, como se sabe, la navegación marítima era un sitio apartado solo para los hombres, no obstante ahora, las mujeres cada vez van tomando más espacios. Para Sairy Fernández, ser mujer no es ninguna desventaja en el crucero, de hecho ella percibe igualdad.
Pero por más que quería navegar, decidirse no fue sencillo porque sus amigos marinos le metían miedo diciéndole que las cosas no eran fáciles. Pero  los sueños son para cumplirlos y ella iba a lograrlo.
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Sacó su curso de marina y empezó la gran aventura que la ha llevado por Rusia, Francia, Noruega, Inglaterra, Dinamarca, España, Jamaica, Colombia, México, Belice, Bahamas, Curacao, Aruba, Estados Unidos y Marruecos, entre otros, decenas de puertos, donde ha visto cosas bellas y lo más importante combinando su trabajo con turismo.
El imponente y majestuoso Allure of the Seas, un triunfo de la ingeniería. Dentro trabaja Sairy Fernández, una de las 2 mil 384 tripulantes.

“Estar aquí es una gran experiencia. Es una bendición formar parte de la Royal Caribbean, he tenido la bendición de andar en los barcos más nuevos: Anthem of the Sea, cuando lo inauguraron, en el Armoni y ahora ando en el Allure of the Sea, que es como el tercer más grande. El más grande acaba de salir que es el Symphony of the Sea, que vendrá a Honduras en octubre o noviembre.
En los barcos  se aprende y se conoce y cada día se crece como ser humano”, dice Sairy desde Roatán vía teléfono,  mientras nos regala un tiempo pues su hijo la anda visitando. También dice que hay presión en el trabajo, pero se adapta.

Sairy Fernández expresa que en el trabajo en los barcos todo está en adaptarse y respetar las reglas. Asimilar también a las otras culturas, tiene compañeros filipinos, indonesios, de la India, de Islas Mauricio, jamaiquinos, de Trinidad y Tobago, de Dominica, de Chile, mexicanos, nicaragüenses, de Turquía, de Rumanía, hay 22 países representados.
Irse de crucero al Allure Of the Seas

 “Es fascinante cuando te toca un pasajero hondureño y más cuando son garífunas, se ponen a hablar con nosotros en nuestra lengua materna”.

Sayri cuatro años de tripulante, está en el crucero 8 meses  al año y luego viene a Honduras a disfrutar de sus vacaciones. Sabe que las cosas en Honduras no marchan bien, pero hay que seguir adelante, luchando.

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