Aparece un futbolista lanzando un tiro de esquina y a unos pasos, dos cadáveres en el suelo. La gente explotó en las redes sociales.
Tegucigalpa, Honduras 4 de junio de 2017.- Cierto, Honduras es uno de los países más violentos de la tierra. NO hace falta confirmar eso con ninguna organización, está a la vista, sin embargo lo que se vio el pasado 28 de mayo de 2017 en el Estadio Nacional rompe todos los esquemas.
Antes de iniciar el partido de la Gran Final Motagua- Honduras Progreso, se produjo una avalancha dejando como resultado dos muertos y más de una veintena de heridos que fueron llevados al Hospital Escuela. Instantes después, dos personas más mueren.
Al día después se viralizó la foto que desató la furia del público. Fue pasada de celular en celular. Se desconoce el autor, en la gráfica aparece el futbolista Sánchez del Honduras de Progreso lanzando un tiro de esquina, en el fondo se aprecia una aglomeración de personas afligidas y consternadas, y levemente se ven las bolsas color amarillento que ya contenían los cadáveres de los infortunados.
Si antes de ver la foto, los hondureños habían demostrado su indignación al reclamar la NO suspensión del partido, al ver la imagen, enfurecieron. Unos atacaron al fútbol y a los dirigentes, otros fustigando lo que llamaron una sociedad insensible al dolor. Queda todo claro en cuanto al nivel de falta de aprecio a la vida al que hemos llegado en Honduras. Nuevamente no necesitamos que ninguna organización avale esto, está a la vista.
Con los muertos en la pista, que es casi lo mismo que la cancha, el partido continúo tal y como estaba programado. Los jugadores, árbitros y la fanaticada continuaron disfrutando, totalmente desentendidos de la desgracia que había ocurrido. Algunos periodistas sí plantearon que el partido debió haberse suspendido.
Vale decir que recién en la Champions League, un partido entre el Borussia Dortmund de Alemania y el Mónaco de Francia fue suspendido a raíz de un incidente menor. Antes del partido, hubo una explosión junto al bus del equipo alemán, quedó herido el futbolista español Marc Bartra y de inmediato el partido fue suspendido.
Tres días después, la Comisión de Disciplina, el ente judicial del fútbol profesional hondureño dictó la condena, resultó ser que Motagua sólo jugará 9 partidos fuera de casa y pagará 100 mil lempiras. Más que una medida correctiva parece un paliativo. No es ningún castigo ejemplar, especialmente cuando la ley antiviolencia de la FIFA en los estadios contempla para ese tipo de sucesos, hasta la pérdida de categoría por 2 años, según el Diario La Tribuna.
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