- Con amor los pobladores de Santa Fe acogieron el evento, abrieron sus casas y dieron todo el apoyo.
Santa Fe, Colón, Honduras 17 de julio de 2017.- En un ambiente de fe, amor y mucha espiritualidad, las iglesias evangélicas garífunas celebraron aquí su conferencia anual, una cita que confirmó la unión del pueblo garífuna y, en donde se pudo notar el amor por la cultura y la identidad.
El esperado evento denominado walagante (nuestro legado) fue durante 3 días -entre miércoles y sábado pasado-. Asistieron todas las iglesias de las comunidades garífunas, más cuatro representaciones de Nueva York, dos de Miami y tres de Houston, en total fueron unas 60 iglesias que juntas convirtieron la celebración en una hermosa jornada de oración y compromiso de seguir trabajando por el pueblo garífuna.
En adición a lo anterior, se produjeron conferencia sobre la importancia de crear un legado. En ese sentido se perfilaron exposiciones sobre el legado que dejan nuestros líderes locales, pero también sobre el legado que se deja dentro de las iglesias. A partir de aquí encontramos es que lo que quieren es decirle a la humanidad, a todos nosotros, que pensemos sobre el legado que dejaremos cuando nos toque partir de esta tierra o cuando nuestras fuerzas se hayan reducido.
Celia Karina Ordoñez de la Iglesia Palabra Viviente de Corozal expresó que “el pueblo garífuna mantiene el valor de la unión, no solamente nos unimos para lamentar si no que para compartir con personas de diferentes lados y sin importar el credo, este evento era convocado por iglesias evangélicas pero todos fueron bien recibidos”.
En el marco del evento se desarrolló una marcha por toda la comunidad, que fue una especie de toma de posesión de la palabra de Dios en Santa Fe. En esta marcha los participantes, especialmente, las mujeres vistieron atuendos elegantes y coloridos invocando su descendencia africana. También durante el evento se celebró una boda y hubo una brigada médica.
Vivian Aquino de la Iglesia Misionera Bautista Galilea de Triunfo de la Cruz expresó que “no solo fue en al ámbito espiritual que estuvo divino, sino la manifestación cultural que hubo, desde la alimentación, vestuario, nuestra lengua materna, ahí vemos que nuestros abuelos nos dejaron un legado. ¿Qué vamos a dejar a nuestros hijos?, por lo menos nuestros abuelos se preocuparon por dejarnos un coco y tú y yo que vamos a dejar”.
La cita del próximo año, 2018, será en Sambo Creeck Atlántida. Mientras que en el 2016, fue en Ciriboya el anfitrión.
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